Una de sus principales características estructurales es que tiene un auditorio con un aforo aproximado de 1,100 personas, mismo que contempla un voladizo de 11 metros hacia la calle Potosí.

El problema estructural es que el voladizo provoca un momento de vuelco importante sobre el edificio que, en condiciones normales, inclinaría al edificio. Por ello, fue necesario diseñar un sistema interno autoequilibrante para compensar ese momento de vuelco. De esta forma, la verdadera solución estructural no está en el voladizo mismo, sino en el interior del edificio. Es interesante notar que tanto el voladizo como el sistema interno autoequilibrante fueron diseñados en hormigón postesado.